domingo, 20 de noviembre de 2016

Albert Camus. ''El mito de Sísifo''

No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena de vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía. Las demás, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, vienen a continuación. Se trata de juegos; primeramente hay que responder. Y si es cierto, como pretende Nietzsche, que un filósofo, para ser estimable, debe predicar con el ejemplo, se advierte la importancia de esa respuesta, puesto que va a preceder al gesto definitivo (…)
Levantarse, coger el tranvía, cuatro horas de oficina o de fábrica, la comida, el tranvía, cuatro horas de trabajo, la cena, el sueño y lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado con el mismo ritmo es una ruta que se sigue fácilmente durante la mayor parte del tiempo. Pero un día surge el "por qué" …
"Comienza": esto es importante. La lasitud está al final de los actos de una vida maquinal, pero inicia al mismo tiempo el movimiento de la conciencia. La despierta y provoca la continuación. La continuación es la vuelta inconsciente a la cadena o el despertar definitivo. Al final del despertar viene, con el tiempo, la consecuencia: suicidio o restablecimiento. En sí misma la lasitud tiene algo de repugnante. Debo concluir que es buena, pues todo comienza por la conciencia y nada vale sino por ella. Estas observaciones no tienen nada de original. Pero son evidentes, y eso basta por algún tiempo, al efectuar un reconocimiento somero de los orígenes de lo absurdo. La simple "inquietud" está en el origen de todo.
Asimismo, y durante todos los días de una vida sin brillo, el tiempo nos lleva. Pero siempre llega un momento en que hay que llevarlo. Vivimos del porvenir: "mañana", "más tarde", "cuando tengas una posición", "con los años comprenderás…

Albert Camus - El mito de Sísifo






Albert Camus fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés, el cual nace el 7 de noviembre de 1913 en Argelia. Formó parte de la Resistencia francesa durante la ocupación alemana. Es un novelista en cuyas novelas vemos la sensación de alineación y desencanto junto con la afirmación de las cualidades positivas de la dignidad y la fraternidad humana.

El mito de Sísifo es un ensayo filosófico que plantea la filosofía del absurdo, el cual mantiene que nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos.

Sísifo hizo enfadar a los dioses por su astucia y como castigo fue condenado a perder la vista y a empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, solo así para que volviese a caer rodando hasta el valle, desde donde debía recogerlo y empujarlo de nuevo hasta la cumbre y así seguidamente.


Camus desarrolla la idea del ‘’hombre absurdo’’ o con una ‘’sensibilidad absurda’’

Friedrich Nietsche. ''El Loco''

¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: “¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!”. Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? - así gritaban y reían alborozadamente. El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. “¿Que a dónde se ha ido Dios? - exclamó-, os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su asesino. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caemos continuamente? ¿Hacia delante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No nos roza el soplo del espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene de continuo la noche y cada vez más noche? ¿No tenemos que encender faroles a mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los dioses se pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ella? Nunca hubo un acto tan grande y quien nazca después de nosotros formará parte, por mor de ese acto, de una historia más elevada que todas las historias que hubo nunca hasta ahora”. Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y lo miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos y se apagó. “Vengo demasiado pronto -dijo entonces- , todavía no ha llegado mi tiempo. Este enorme suceso todavía está en camino y no ha llegado hasta los oídos de los hombres. El rayo y el trueno necesitan tiempo, la luz de los astros necesita tiempo, los actos necesitan tiempo, incluso después de realizados, a fin de ser vistos y oídos. Este acto está todavía más lejos de ellos que las más lejanas estrellas y, sin embargo son ellos los que lo han cometido”. Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día en varias iglesias y entonó en ellas su Requiem aeternam deo. Una vez conducido al exterior e interpelado contestó siempre esta única frase: “¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, más que las tumbas y panteones de Dios?”.

F. Nietzsche, ''La Gaya Ciencia''







Friedrich Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán nacido en el año 1844. Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en a filosofía moderna. Realizo una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental.

Este fragmente encontrado en su famoso ensayo ‘’El Loco’’ realizado para el periódico ‘’Gay Science’’ en 1887 nos muestra una clara visión sobre su opinión de Dios.
La cultura moderna ha declarado: ¡Dios ha muerto!
Muchos dicen que Nietzsche es el que proclama la muerte de Dios pero en realidad no decreta su muerte, solo "interpreta" el cinismo del dogma que es tenido por verdad absoluta.
Durante siglos, el ser humano, perfecciona la creencia en Dios, perfeccionándolo. Les da forma, nombres, historias, los provee de poderes y desarrolla mitos sobre su actuar.
El Loco dice: ‘’ Nosotros lo creamos y nosotros lo matamos’’

Cuando Nietzsche predica la muerte de Dios no quiere decir que Dios haya existido y después haya muerto. Nietzsche nunca creyó en la existencia de Dios. Esta tesis señala simplemente que la creencia en Dios ha muerto.  

viernes, 18 de noviembre de 2016

Sigmund Freud. ''El porvenir de la ilusión''

''Recapitulando nuestro examen de la génesis psíquica de las ideas religiosas, podremos ya formularla como sigue: tales ideas, que nos son presentadas como dogmas, no son precipitadas de la experiencia ni conclusiones del pensamiento: son ilusiones, realizaciones de los deseos más antiguos, intensos y apremiantes de la Humanidad. El secreto de su fuerza está en la fuerza de estos deseos. Sabemos ya que la penosa sensación de impotencia experimentada en la niñez fue lo que despertó la necesidad de protección, la necesidad de una protección amorosa, satisfecha en tal época por el padre, y que el descubrimiento de la persistencia de tal indefensión a través de toda la vida llevó luego al hombre a forjar la existencia de un padre inmortal mucho más poderoso. El gobierno bondadoso de la divina Providencia mitiga el miedo a los peligros de la vida; la institución de un orden moral universal, asegura la victoria final de la Justicia, tan vulnerada dentro de la civilización humana, y la prolongación de la existencia terrenal por una vida futura amplía infinitamente los límites temporales y espaciales en los que han de cumplirse los deseos.''
S.Freud, ''El por venir de la ilusión'' (1923)










Este fragmento pertenece al libro ''Die Zukunft einer Illusion'' traducido como ''El porvenir de la ilusión'' escrito por el medico neurólogo austriaco Sigmund Freud. Es el padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.
Freud realizo un esquema mental a partir de tres instancias: El ello, el yo y el superyó.
 El ello es la parte de la personalidad que responde de modo directo a los instintos, aquellas demandas que se originan en el propio cuerpo.
 El yo toma su energía de ella y es el ejecutivo de la personalidad, la parte de la persona que planifica. El yo es racional y lógico. Se rige por el principio de la realidad.
Por último, el superyó, es el que da el carácter moral de la personada. Representa la parte moral de la personalidad y es el que gobierna los principios generales de la moral que gobiernan el yo.  


En este libro describe su interpretación sobre los orígenes, desarrollo y psicoanálisis de la religión así como su futuro. Freud veía la religión como un falso sistema de creenciasEl tema principal de ''El porvenir de la ilusión'' es la religión. Se refiere al camino que tomara en vista de la irrupción de la ilustración, como se enfrentará a los argumentos y cuestionamientos científicos. La ilusión es el carácter ilusorio de la religión. Freud sostiene que ‘’el secreto de su fuerza es la fuerza de sus deseos’’ y es por esto que no le resulta extraño, que las promesas de la religión tengan directa relación con todo aquello que el hombre reclama para sí: justicia, una vida mejor, protección, etc.